miércoles, 13 de agosto de 2014

UNIDAD 2: GNOSEOLOGÍA

ASIGNATURA: FILOSOFÍA                                            PROFESORA: NORMA FERNANDEZ

UNIDAD N° 2     Teoría del conocimiento. Gnoseología

Temas ¿Qué o quiénes conocemos? ¿Qué es lo que se conoce? ¿Qué o quién garantiza nuestro conocimiento?
El conocimiento como creencia verdadera y justificada. La explicación clásica del conocimiento como contemplación de la realidad y su justificación en términos de verdad.
El conocimiento como copia: el sujeto moderno como punto focal de justificación de los saberes. De Descartes a Kant.
La crítica de Nietzsche a los valores de Occidente: la infravaloración de este orgullo llamado conocimiento. ¿Cuál es el estatus social del conocer?
El conocimiento como acción: la versión pragmatista de Dewey y la de la Escuela de Frankfurt.
Un problema desde la actualidad: la ciencia y el interés, ¿quién dijo que la ciencia busca la verdad?
¿Quiénes determinan las  investigaciones  teóricas y quiénes financian qué tecnologías? Valores y hechos, ¿qué fines se ponen en juego cada vez que los sujetos se apropian del mundo

Bibliografía consultada: Costa – Divenosa, Filosofía: un espacio para pensar. Ed. Maipue
Imágenes y cuadro bajados de internet

EL PROBLEMA GNOSEOLÓGICO
¿QUÉ ES LO QUE SE CONOCE? ¿QUÉ GARANTIZA NUESTRO CONOCIMIENTO?

La gnoseología, también conocida como Teoría del conocimiento, es una disciplina filosófica que busca determinar el alcance, naturaleza y el origen del conocimiento.
Gnoseo, conocimiento; logos, estudio. Reflexiona sobre el proceso, sobre la relación que se produce entre sujeto cognoscente (ser humano) y objeto cognoscible. Al conocer nos centramos en las cualidades del objeto: imagen, idea o concepto del objeto. Al conocer el sujeto es modificado por el objeto, pero este último no sufre cambio.

El conocimiento como creencia verdadera y justificada

La palabra conocimiento es aplicada con distintos significados. Por eso podemos hablar de:
Conocimiento directo o experimental: conocer al vecino, conocer el recorrido hasta la escuela
Capacidades adquiridas a través de la práctica y repetición: hablar un idioma, tener una habilidad.
Conocimiento proposicional, constituido por proposiciones de las que se puede predicar verdad o falsedad. El desarrollo de un teorema, el aprendizaje de un contenido.
El conocimiento tiene la pretensión de ser general y válido para todos (no por creencia, ya sea por conjetura, sospecha probabilidad o fe; ni por opinión personal). Por eso se exige que el conocimiento sea:
¯  Verdadero. La verdad está definida como la correspondencia del discurso con las cosas que describe. Proposición descriptiva que afirma algo verdadero. A esta definición se la llamó concepción sistemática de la verdad.
¯  Verificable. Las comprobaciones científicas son verificaciones que se traducen a una proposición, esto es proposiciones verificadas, establecer la verdad de una proposición es comprobar que coincide con  lo que la cosa es.
¯  Coherente. Se considerará algo como verdadero si no contradice ninguna otra que integra el sistema.
   Otro concepto de verdad también muy utilizado por algunas ciencias es el de verdad como utilidad o concepto pragmático de verdad, que acepta algo como verdadero sólo si tiene efectos prácticos para quien lo sostiene. Para Nietzsche esta es una posición relativista, la verdad es aquello que una determinada cultura, sociedad o ciencia considera como tal, mientras le resulte útil para resolver algún problema.

EL CONOCIMIENTO Y SU FUNDAMENTACIÓN

Para que haya conocimiento tiene que haber criterios sólidos en los cuales se apoye. A esto llamamos fundamentar el conocimiento y no toda fundamentación exige lo mismo. Así podemos tener:
Conocimiento empírico directo, al referirnos a una experiencia ej. Decir que los alumnos de este año son más estudiosos que los del año pasado. Como es una experiencia personal e intransferible, no puede derivar en conocimientos más generales.
Conocimiento empírico indirecto, consiste en sistematizar, clasificar, comparar, reunir información de experiencias pasadas, para realizar razonamientos correctos y llegar a conocimientos valiosos.
Razonamiento formal, se trata de un razonamiento no empírico, del tipo que constituyen los juicios aritméticos. El conocimiento no se basa en la experiencia, sino que se demuestra mediante cálculos. Ej. La suma de los ángulos interiores de un triángulo suma 180°.
Criterio de autoridad, se confía cuando habla un especialista en el tema, aunque esto tiene sus riesgos si no sabemos cuan confiable son los conocimientos del especialista.
Intuición, es una certidumbre de carácter subjetivo, como una “chispa” que ilumina un determinado problema o cuestión, muy válido para el arte pero poco confiable para la ciencia.
Fe, la convicción de creer en determinadas afirmaciones sin necesidad de apoyar ese conocimiento en métodos de prueba empírica.







¿En qué medida conocemos?       

Los filósofos se han preguntado si realmente es posible conocer y hasta qué punto el contenido de nuestra conciencia es reflejo de una realidad exterior.  La pregunta sería ¿Cuál es la posibilidad de conocer y cuál es el límite del conocimiento humano?
Las respuestas fueron muchas y variadas. Las siguientes son las principales:
Ø  El escepticismo. Argumentan que no es posible conocer nada.
Ø  El relativismo. Es la posición que afirma que nuestro conocimiento es relativo a una circunstancia histórica, social o cultural. Afirman que no hay un conocimiento absoluto.


Ø  El agnosticismo. Considera que no es posible acceder a un  conocimiento absoluto por la limitación humana de abarcarlo todo.
Ø  El dogmatismo. No cuestionan la posibilidad de conocer o las limitaciones que tenemos los humanos para conocer. Muestran una posición acrítica, consideran que no es necesario analizar nada.
Ø  El criticismo. Estos piden una actitud analítica y cautelosa frente a los fenómenos. El conocimiento verdadero es posible si está atento y toma una actitud crítica frente a lo que la realidad le ofrece.
  
EL CONOCIMIENTO COMO COPIA Y EL SUJETO MODERNO

La manera de concebir la verdad como adecuación del discurso a la realidad corresponde a la definición tradicional de verdad. De esta definición se desprende que el conocimiento es concebido como una copia de lo que es.
En la modernidad la razón es el motor que llevará al hombre a la libertad creciente, símbolo de progreso. En pleno auge de estas ideas y con la razón al mando de la vida humana, son los temas filosóficos centrales.
Aparece la idea de una racionalidad como única garantía del conocimiento, Esta posición, en la cual no hay conflicto entre la relación realidad-idea, se llama realismo.
Para otros filósofos  que consideran que no se puede afirmar nada de la realidad, lo único cierto es nuestro contenido de conciencia.  Esta posición que se llama idealista, considera que las ideas no tienen entidad ni sustento en algo diferente que el propio ser humano.

De Descartes a Kant
En el siglo XVIII, salió al encuentro de Descartes, David Hume (inglés, 1711 – 1776), este pensador perteneció a la corriente llamada empirismo. En esta corriente se enfatiza el papel de la experiencia, ligada a la percepción sensorial, en la formación del conocimiento. Para el empirismo más extremo, la experiencia es la base de todo conocimiento, no sólo en cuanto a su origen sino también en cuanto a su contenido.

René Descartes (francés 1596 – 1650), es presentado como el padre del racionalismo. Esta es una corriente filosófica que sostiene que la fuente del conocimiento es la razón.

El empirismo también generó críticas, una de ellas es la que desarrolló Kant (alemán, 1724 – 1804). Este filósofo percibe la razón humana en el centro absoluto de la autonomía del hombre y de su capacidad de relacionarse con el universo. Realiza una síntesis superadora del racionalismo y del empirismo, él da origen a la fenomenología. Kant dice que hay una instancia existente fuera de nosotros e incluso con independencia de todo sujeto. A esto lo llama noúmeno, o “cosa en sí”. Pero de esto no es posible decir sino que el hombre tiene una cierta percepción de su existencia y que, en cierta forma lo afecta. En el proceso del conocimiento, según Kant, hay algo que proviene de los sentidos, de las impresiones que el sujeto tiene; pero hay otra parte que el sujeto mismo pone: son estructuras o “moldes” de acuerdo con los cuales se organiza todo lo que proviene de esas impresiones.

La crítica de Nietzsche
Nietzsche (alemán, 1844 – 1900) considera que toda la historia de las ideas de occidente, sustentadas en los
pilares de la contraposición bien – mal y verdad – mentira, es una farsa elaborada por la razón débil y decadente, a modo de compensación. La pretensión de que existen verdades absolutas.
Este filósofo considera que la verdad es completa y absolutamente convencional, y depende de los contextos lingüísticos de los que surgen. Por eso las verdades históricas para Nietzsche son mentiras que si utilizamos, debe ser por utilidad y mientras sean útiles. Por tanto rechaza el sentido representativo de la verdad como correspondencia, o el sentido analítico de la verdad como coherencia.
También dice que la ciencia, de la que la sociedad se enorgullece, no sería más que un recurso de nuestra debilidad para sobrevivir, para que la naturaleza no nos sacuda como a una pelusa de la solapa.
A  modo de conclusión, digamos que, en esta propuesta, la verdad debe ser pensada como una metáfora, desenmascarando claramente la verdad como “representación” –que se revela como máscara- y situándola en la particularidad de la que participa el hombre.


EL CONOCIMIENTO COMO ACCIÓN: DEWEY Y LA ESCUELA DE FRANKFURT
En la línea nietzscheana, encontramos a John Dewey (1859-1952), pensador norteamericano, que entendió la actividad filosófica como una acción concreta que debía practicarse en la sociedad. Por esto y porque para él filosofar no es sólo teoría, especulación y abstracción, estableció una estrecha relación entre esta disciplina y la educación. La acción y la transformación a través de la educación fueron para Dewey un importantísimo punto de preocupación.

Para comprender las implicaciones del tema, debe aclararse qué entiende Dewey por experiencia. Se trata para él del resultado del encuentro del sujeto con algo que lo complementa y a la vez, se le opone: el objeto y el medio en que se da el encuentro entre ambos. Se centra en la reflexión sobre las relaciones de causa y efecto, de medios y fines que componen la realidad humana. Es por esto que critica la posición intelectualista moderna: la realidad es infinita e inaprensible, por lo tanto el hombre solo puede asumir la multiplicidad que la caracteriza desde el punto de vista limitado a lo empírico e instrumental; es decir, lo que se vuelve útil para la vida humana.

Dewey ve las dificultades que se le presentan al hombre constantemente como provocaciones para el pensamiento; mediante el ensayo, la prueba, la experiencia constante constituye teorías, como “programas” que le permiten responder operativamente a la vida presente y futura. El conocimiento es el resultado de la interacción de un sujeto con la naturaleza, con su entorno, que, al volverse experiencia, lo complementa, cambia, porque todo se da en el marco de una situación caracterizada por una operación de investigación. En este contexto la verdad queda definida como el valor que se le da a un pensamiento mediante su verificación o comprobación práctica. Es verdadero aquello que presente consecuencias favorables para la vida, y precisamente mientras las presente. Ahora se ve más claro se ve más claro por qué para Dewey no hay verdades absolutas: porque las situaciones, realidades y sujetos cambian constantemente, y sus verdades se adaptarán, en consecuencia, a las necesidades que se les presenten y a lo que sus experiencias les permitan elaborar. La experiencia es siempre dependiente de un contexto sociocultural y político. Y es por esta razón también, por la fuerte impronta del aspecto social en el proceso de conocimiento en que se funda la vida humana, que Dewey hace hincapié en la importancia fundamental de la educación.

La teoría crítica

Escuela de Frankfurt: tendencia filosófica –y sobre todo sociológica-  marxista, nacida en 1923 en la Alemania empobrecida y arrasada luego de la Primera guerra mundial. Sus principales miembros fueron Max Horkheimer (1895-1973) y Theodor Adorno (1903-1969), considerados sus fundadores. Además formaron parte Walter Benjamin (1892-1940), Erik Fromm (1900-1980) y Herbert Marcuse (1898-1979). La escuela de Frankfurt no es un lugar físico sino que  son todos pensadores afines a Karl Marx (1818-1883).
Se la denomina teoría crítica puesto que el denominador común de todos ellos era la crítica de la sociedad en la que vivían, de la noción positiva de progreso, y el intento por desenmascarar las contradicciones del sistema capitalista, y sus efectos en el plano individual y social. Sus autores representan una visión crítica del racionalismo capitalista, porque, según ello, el capitalismo produce la cosificación de las relaciones, lleva a la enajenación y a la alienación (es decir: el ser humano se vuelve “ajeno”, se vuelve “otro”, diferente de sí, de su naturaleza humana libre y creadora). Por su parte el ideal de sociedad que proponen es un ideal revolucionario, en clave de utopía marxista.

El positivismo es una corriente o escuela filosófica que afirma que el único conocimiento auténtico es el conocimiento científico, y que tal conocimiento solamente puede surgir de la afirmación de las teorías a través del método científico. El positivismo deriva de la epistemología que surge en Francia a inicios del siglo XIX de la mano del pensador francés Saint-Simon primero, de Augusto Comte segundo, y del británico John Stuart Mill y se extiende y desarrolla por el resto de Europa en la segunda mitad de dicho siglo. Según esta escuela, todas las actividades filosóficas y científicas deben efectuarse únicamente en el marco del análisis de los hechos reales verificados por la experiencia.

Esta epistemología surge como manera de legitimar el estudio científico naturalista del ser humano, tanto individual como colectivamente. Según distintas versiones, la necesidad de estudiar científicamente al ser humano nace debido a la experiencia sin parangón que fue la Revolución francesa, que obligó por primera vez a ver a la sociedad y al individuo como objetos de estudio científico.


Parte de la originalidad de la teoría crítica consiste en que algunos de sus miembros polemizan y toman distancia de la filosofía de Marx.
Para la teoría crítica, el hombre no se concibe como un ser que percibe obje- tivamente la realidad que lo circunda (postulado del positivismo, convencido de la capacidad humana de captar la realidad tal cual es y de dominar la natu- raleza a través del conocimiento). Para la teoría crítica el sujeto construye la rea lidad pero lo hace sobre la base de la praxis corriente en cada época: las verdades indiscutidas en un momento de la historia, que están determinadas a su vez por las condiciones de producción –y de explotación- propias de cada sociedad.
Por eso para la escuela de Frankfurt, los desarrollos y sistematizaciones científicas responden a intereses, visiones y perspectivas particulares, determinadas históricamente. Las prácticas concretas y las concepciones de cada momento histórico organizan, marcan intereses de investigación y definen el punto de vista desde el cual se conoce, así como también definen las prácticas científicas y sus objetos de conocimiento, eliminando los que son disfuncionales o revolucionarios.
Horkheimer, Adorno y Marcuse buscan liberar al hombre de la manipulación y del sometimiento que el sistema tradicional de las ciencias ejerce sobre la sociedad. Hablan entonces de una irracionalidad de la racionalidad de los sistemas sociales. Con esto quieren decir que las bases teóricas de una sociedad capitalista que aliena y explota a los seres humanos no pueden considerarse simples herramientas objetivas y neutras del conocimiento, sino otros medios de dominación, partes de una razón instrumental, que limita la capacidad crítica del ser humano.

Escuela de Frankfurt y los medios de comunicación

   La escuela de Frankfurt fue un movimiento filosófico  y sociológico que se formó en 1923 tenían como objetivo comprender la vulnerabilidad de las revoluciones socialistas en Europa, contra la ideología nacionalista y ponerse en guardia contra la restauración de regímenes totalitarios.

 La escuela de Frankfurt plantea críticas sobre la utilidad de los medios de comunicación para la sociedad. Están en juicio los medios de comunicación, ya que siempre van a estar expuestos a las ideologías  convirtiéndose en una industria ideológica que promoverá el consumo desmedido en la sociedad, dando un beneficio a las grandes industrias. 

   "La industria cultural es un conjunto de empresas e instituciones cuya principal actividad económica es la producción de cultura de forma masiva y en serie de unos esquemas básicos que muestran una serie de situaciones y modelos irreales e inaccesibles en la gran mayoría de los casos, con una finalidad lucrativa".



¿QUIÉN DIJO QUE LA CIENCIA BUSCA LA VERDAD?

Estos últimos planteos que reconstruimos hacen pie en la idea de que la ciencia es una más de las dimensiones de la sociedad. Lo que cada hombre investiga, descubre e inventa, no sólo se suma a lo que hicieron otros
que lo precedieron, conformando así un cuerpo sólido y sistemático de conocimiento, sino que está fuertemente marcado por intereses, problemas y conceptos que la sociedad denuncia y apoya.  El conocimiento acumulativo y que parece avanzar y hacer avanzar al hombre hacia la verdad, es decir el conocimiento absoluto está lejos de ser objetivo y absoluto.
Hay ciertos parámetros que el conocimiento debe respetar para ser considerado científico, estos requisitos son cuestionados por la epistemología. Los filósofos han establecido que todo saber debe ser:
»        Comunicable. Debe ser accesible a cualquier persona con  deseo de hacerlo.
»        Verificable. La ciencia debe garantizar que sus proposiciones sean sometidas a criterios de verdad.       
  
»        Hipotético. Pueden tener carácter provisorio. Los investigadores son  muy cautos porque muchas explicaciones que fueron tomadas como verdades absolutas, luego resultaron falsas.
»        Falible. Cada nueva experiencia a la que se someta este saber puede resultar en una refutación de lo que intenta mostrar, o en su provisoria confirmación, pero nunca definitiva, porque la ciencia no está hecha de verdades sino de hipótesis provisorias.
»        Saber universal. El discurso pretende alcanzar a todos los casos particulares.
»        Legal. Sus formulaciones quedan expresadas en leyes.
»        Predictivo. Se espera que las leyes formuladas hoy alcancen a hechos futuros.

Thomas Kuhn (1922-1996) realizó un aporte a estas líneas que lee la ciencia como un producto social y derivado de sus influencias e intereses. En la estructura de las revoluciones científicas planteó paradigmas dentro de los cuales las ciencias se desarrollan.
Kuhn habla de la ciencia normal, regida por un paradigma estable, avanza en la creación de conocimientos y constituye la ciencia que cotidianamente produce ciencia en los laboratorios por ejemplo; y de revolución científica, que es el cambio de paradigma, entre una y otra se produce una crisis científica, en la que el paradigma existente resulta insuficiente para los problemas que se plantean.
                                                                                       
Como herencia de todo el debate filosófico que se dio en entre los siglos XIX y XX, la ciencia aparece hoy como resultado de una lectura social de los problemas del conocimiento y de los caminos habilitados en cada época para buscar sus soluciones. La intención de estos pensadores fue desenmascarar la pretendida objetividad científica, y hoy en día es fácil comprender que el conocimiento científico es el resultado provisorio de discusiones, tensiones, puntos de vista dependientes de factores sociales, políticos, culturales.

Michel Foucault (1926-1984) considera que la ciencia y todo el saber son instrumentos del poder por eso se ocupó de los discursos llamados hegemónicos o dominantes en la visión de la realidad de la que participa el hombre. El poder no es sólo lo que ostenta un gobernante o un individuo, ni se describe únicamente vertical y jerárquica. El poder está inserto en todas las relaciones humanas.
Las relaciones de poder se dan dentro de toda institución, y estas van diseñando lo que puede y no puede hacerse, lo que está o no permitido, lo que importa y lo secundario. En una estructura binaria, se determina lo normal y anormal, lo incluido y lo excluido, lo verdadero y lo falso.
                                                                                                                                                 

El poder dibuja una microfísica, entra en los cuerpos humanos y se convierte en un elemento de dominación y sometimiento. El poder establece redes de minúsculas, imperceptibles, pero fuertes a la hora de la acción. La normalización es el efecto del poder que iguala y deja adentro o afuera del sistema social a los diferentes agentes, según se adapten o no a lo que él necesita.
Dijo Foucault: “Todo sistema de educación es una forma  política de mantener o de modificar la adecuación de los discursos, con los saberes y los poderes que implican”

LA INVESTIGACIÓN Y EL PROBLEMA DE FINANCIACION

Una de las consecuencias de estas concepciones de conocimiento y de ciencia es que los problemas que toma como líneas de investigación dependen de factores exteriores a la ciencia misma. Dependen de cuestiones políticas marcadas por intereses que se ponen en juego en las relaciones de poder.
En algunos países les interesa más el desarrollo nuclear, de armamento que el de medicina, por ejemplo

 


ACTIVIDADES DE UNIDAD 2


A-    Guía para leer y responder
1-     ¿Con cuál de las teorías y/o posturas desarrolladas concuerda? Fundamente su respuesta
2-     Analizando la actualidad argentina dónde se ubicaría el poder hegemónico que describe Foucault. Fundamente su respuesta.
3-     ¿Qué significado le atribuye a la frase de Foucault referida a la educación? Exprese su opinión al respecto
4-     ¿Cómo ha evolucionado el concepto de verdad? Nombrarlas y explicarlas brevemente. ¿Con cuál concuerda? Fundamente su respuesta.
5-     Busque noticias sobre un mismo tema que expresen verdades diferentes o contradictorias.

B-    Para leer y reflexionar

SALK: - Usted es muy modesto.

LELOIR: - No es cierto.  No puedo hablar de otra cosa porque no sé.  Soy apenas un especialista en  un pequeño campo de la química biológica.  Yo no puedo hablar con certeza sobre política.  Sí puedo dar mi opinión sobre ese tema.  Puedo decir que este gobernante me parece mejor que aquel otro.  Pero no pretendo emitir ningún conocimiento científico sobre ese tema porque no estoy capacitado para hacerlo.

PÚBLICO: - ¿Cuál es su opinión doctor Salk?

SALK: - “Creo” que el doctor Leloir está haciendo una distinción muy importante.  Se trata de la diferencia que debemos establecer entre “sabiduría”, “conocimiento” y “opinión”.  Yo creo que Leloir se refiere a la ciencia como conocimiento, lo cual revela su sabiduría.  Los hombres hemos confundido la sabiduría con el conocimiento.  Actualmente creemos que el conocimiento constituye la sabiduría.  Pero nos equivocamos.  El conocimiento es sólo una parte de la sabiduría
Revista Gente 1984
Contestar:
1-     Decir que características se le atribuye  en el diálogo a “sabiduría”, “conocimiento” y ”opinión”.
2-     En lo cotidiano que utilización y valor damos a las palabras: CREER, SABER, CONOCER, OPINAR.
3-     Relacionar con lo estudiado en la unidad.

C-    Leer los artículos periodísticos y explicar qué intereses políticos y de poder se manifiestan en los años 90 y en la actualidad.

Un país que apuesta por la ciencia para garantizar su futuro
En los ’90 el modelo neoliberal les dijo a los científicos que se fueran a lavar los platos. Pero hoy el desarrollo en ciencia y tecnología amplía su infraestructura trabajando en el futuro y con el Plan Repatriar vuelven al país los cerebros que fueron expulsados.
“Que se vayan a lavar los platos” fue la recomendación del ministro de Economía, Domingo Cavallo, a los científicos en septiembre de 1994. El país para pocos no necesitaba de su materia gris que no tenía cabida en ese modelo.
El cambio de paradigma productivo que generó el crecimiento de la última década, fue acompañado por una visión estratégica para explotar la potencialidad de desarrollo para sostenerlo en el tiempo. En 2007, el Gobierno Nacional le dio un nuevo impulso creando el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. 
Se multiplicó por 10 el presupuesto a docentes, investigadores y al Conicet, que en la actualidad cuenta con más de 7 mil científicos.  En 2013  el presupuesto del sector superará los $ 4.117 millones
En 2003, el presidente Néstor Kirchner creó el Plan Raíces (Red de Argentinos Investigadores y Científicos en el Exterior) por el que se repatriaron al país 970 científicos que debieron buscar un empleo lejos del país. El plan se institucionalizó en 2008 como ley y se espera que este año se alcancen los mil repatriados.
El Gobierno Nacional definió en 2005 a la nanotecnología junto con la biotecnología y tecnologías de información y comunicación, como una de las tres áreas estratégicas para nuestro país, y se lanzaron planes especiales para este desarrollo, además de la institucionalización de la Fundación Argentina de Nanotecnología (FAN).
En la ciudad de Buenos Aires, en el lugar donde estaban las Bodegas Giol se inauguró el Instituto Científico tecnológico. Un enorme edificio dedicado exclusivamente a la investigación. Parte de este edificio será ocupado por el prestigioso Instituto Max Planck de Alemania y colaborará con los científicos argentinos. Será la primera sede del Max Planck en América Latina, una institución que produjo 13 Premios Nobel.
Entre 2008 y 2012, el Estado Nacional construyó 60 mil metros cuadrados destinado a la infraestructura para la ciencia, de un total de 130 mil proyectados en los próximos años, cubriendo así un déficit de tres décadas, y apoyando a la investigación y al desarrollo para un crecimiento sustentable.

Fuente: Argentina.ar

SÁBADO, 26 DE SEPTIEMBRE DE 2009
CIENCIA, SOCIEDAD Y MENEMISMO: DIALOGO CON SUSANA TORRADO

Lavar los platos

El 24 se cumplieron 15 años de aquel infausto “que se vayan a lavar los platos”, del entonces superministro Domingo Cavallo (¿alguien se acuerda de él?, ¿o más bien de las consecuencias de su política?), dirigido a la socióloga y demógrafa Susana Torrado, que hizo la primera advertencia de que estábamos yendo de cabeza hacia el desastre. Fuimos, efectivamente, hacia un desastre que la sociedad todavía está pagando. Pero, afortunadamente, la ciencia argentina levantó la cabeza... Y marcha.
 Por Ignacio Jawtuschenko * y Leonardo Moledo
Doctora Torrado, se cumplen 15 años de aquel episodio. ¿Cómo lo recuerda?
–Se trata de un suceso que no voy a olvidar nunca, y que quedó de referencia. Pero lo más importante es que, más allá de que Cavallo descalificó y mandó a lavar los platos a una investigadora, los científicos reaccionaron de una manera de la que no recuerdo antecedentes. Respondió como verdadera comunidad.
– ¿Que implicó esa respuesta como comunidad?
–Fue una demostración pública de defensa en bloque de la práctica científica y una manifestación clara del respeto que el poder político le debe a toda actividad científica.
– ¿Cuál era la situación de las ciencias sociales en aquel momento?
–Empezaba a hacerse evidente que la actividad científica podía ser útil para el diagnóstico del país. Hasta la recuperación de la democracia, las ciencias sociales estuvieron censuradas, perseguidas y refugiadas en los centros privados, con tremendas restricciones de acceso a, por ejemplo, los datos del sistema estadístico nacional, que son un insumo fundamental. Y en los años que van de 1984 a 1994 rehicimos el campo de las ciencias sociales, se recuperó el entramado académico y comienzan a salir al espacio de los medios de comunicación los resultados de los trabajos.
–Y aquel día de septiembre de 1994 a usted se le ocurrió decir que “el Rey está desnudo”... Mejor, tratándose de Menem, pongámoslo con minúscula, “el rey está desnudo”.
–Bueno, yo trabajaba en el Centro de Estudios Urbanos y Regionales, una institución independiente, ubicado en el edificio de la esquina de las avenidas Corrientes y Pueyrredón...
–En el edificio de los 70 balcones y ninguna flor...
–Sí, ese mismo. El periodista Gerardo Young me hizo una entrevista para la radio acerca de nuestras investigaciones y critiqué la tasa de desocupación oficial, dije que era un indicio de las consecuencias que pronto traería el ajuste neoliberal. El ministro Cavallo se enteró de la crítica justo cuando estaba en una reunión con periodistas y allí me desacredita de una manera muy grosera y me menciona como “esa mujer”... Claro, no me conocía.
–Pero además era un mal momento para el Conicet, estaba en duda su supervivencia...
–Sí, así es. Era una situación muy especial, un científico se animaba a contradecir lo que nadie discutía, y encima una mujer. La gente joven del Conicet lo tomó como un insulto a los científicos, más allá de Susana Torrado. A la vez era el Conicet el que venía a señalarle a Cavallo las consecuencias de su modelo económico. Para él resultó insoportable, por eso buscó todas las formas posibles para desacreditarnos. Me acuerdo de un acto muy bueno que llamamos “Enseñándole al ministro”, que funcionó como una radio pública en Plaza de Mayo frente a la ventana de su despacho del Ministerio de Economía; recuerdo que estuvo Pérez Esquivel y otra gente, vino mucha gente a la Plaza y se habló de política, de ciencia y de libertad académica.
– ¿Cree usted que la clase media acompañó en esa defensa?
–En primer lugar, “la clase media”, como categoría, me causa problemas. Creo que es necesario entender que lo que se intenta agrupar con la etiqueta de clase media es una sumatoria de grupos muy disímiles. Hay sectores que pueden ser sensibles a atropellos de este tipo y otros que ni se enteran, ni se movilizan. Justamente me estoy abocando a esta problemática: estoy por publicar un estudio acerca de la composición, orígenes, mecanismos de bienestar y vías de movilidad social tanto ascendente como descendente, centrado en las clases medias.
– ¿Alguna vez Cavallo la llamó para disculparse?
–No.
– ¿Se habrá arrepentido?
–Supe que Cavallo lamenta lo ocurrido, incluso lo dijo en una reunión pública en la Facultad de Medicina. Pero nunca retrocedió, no es una persona de ceder.
– ¿Cree que dejó algún tipo de lección a la llamada “clase política”?
–Creo que resultó un avance en hacer entender el rol de la actividad científica. Hacer ciencia no es encerrarse en el laboratorio o sólo sentarse en un cuarto a leer. El rol de la ciencia es clave en la vida de la sociedad, y el científico no es más ese estereotipo de distraído. Como lo demuestra el caso del Indec, su práctica genera información que tiene aspectos sociales y económicos inherentes, que son todo menos abstracto. Hoy en los sectores políticos hay más conciencia respecto de la importancia de la actividad científica. Como lo muestra el conflicto y la intervención política en el Indec, claro ejemplo de la tensión en la relación de los científicos con el poder político, de colisión de la ciencia con los gobiernos de turno, sea del partido que sea. Al respecto, hace décadas que digo que el Indec tiene que ser un ente autárquico y autónomo.
–La pregunta sociológica es: ¿por qué persiste el estereotipo de mujer que lava los platos? ¿Por qué no es unisex?
–Es una construcción cultural que viene de muy atrás, pero está cambiando; creo que cada vez hay más hombres que lavan los platos y más mujeres que ya no quieren lavarlos. Lo que pasa es que hay sectores sociales a los que esos cambios los aterran. ¡Cómo una mujer va a salir de su casa, va a estar todo el día afuera y no se ocupa de sus hijos, de la limpieza, ni le prepara la cena a su marido!
–Pero si tomamos lo que nos decían en la escuela, no sólo no se hablaba de obligaciones domésticas unisex sino tampoco de una Argentina con diferencias étnicas.
–Es cierto, eso se debe a varias razones. Por un lado, durante años, éste fue un país integrado, no estaban las diferencias que se encuentran en México, por ejemplo, entre los indígenas y los inmigrantes europeos. Pero en la actualidad, cuando se comienza a analizar quiénes son los pobres y quiénes no, o quiénes son los que ascienden y quiénes los que se quedan, se advierte que la diferencia étnica viene de muy lejos.– ¿Desde cuándo?
–Diría desde fines del siglo XIX, cuando se define el modelo agroexportador, se expande la pampa húmeda, se empobrece el Norte y empiezan ahí a contar diferencias étnicas entre la población europea y sus descendientes, radicados en zonas urbanas de la pampa húmeda y la población criolla anterior a la recepción de inmigrantes europeos, que se quedó en sus regiones. Recién después, a partir de las décadas del ‘30 y del ‘40, con el proceso de industrialización, la población criolla empezó a moverse y a adoptar pautas de modernización de comportamientos.
– ¿Haría falta una mayor toma de conciencia étnica?
–Agregando la variable étnica, se entendería mejor la desigualdad social, porque en las raíces de la desigualdad actual están estas diferencias étnicas. Se entendería además por qué es tan poco fuerte la identidad argentina –que no es de las más fuertes– no sólo porque los inmigrantes no vinieron de Europa sino “de los barcos”.
* Coautor, con Leonardo Moledo (www.leonardomoledo.blogspor.com) del libro Lavar los platos, Capital Intelectual. Algunas de las últimas preguntas están tomadas de ese libro.


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