domingo, 29 de septiembre de 2013

Unidad 4: ETICA

ASIGNATURA: FILOSOFÍA                                            PROFESORA: NORMA FERNANDEZ

UNIDAD N° 4     ÉTICA

Módulo IV ¿Con qué criterios pueden juzgarse las acciones humanas? ¿En qué medida somos libres y, por tanto, sujetos morales?
       Ética
-       La ética de Aristóteles como modelo de ética teleológica.
-       Felicidad y placer. El utilitarismo de John Stuart Mill.
-       El modelo de ética universalista de Kant: el hombre como fin en sí mismo y el reino de los fines.
-       La condena de Nietzsche a los modelos éticos de la modernidad.
-       Heteronomía y autonomía. Libertad y responsabilidad. La conciencia moral. Los valores
-       El problema de la legitimación de las normas. Los derechos humanos y la búsqueda de un fundamento ético universal.
Bibliografía consultada: Costa – Divenosa, Filosofía: un espacio para pensar. Ed. Maipue
Imágenes y cuadro bajados de internet. Filosofía de ed. Santillana
 
 

CONCEPTOS BÁSICOS DE ETICA



http://www.monografias.com/trabajos64/induccion-etica/induccion-etica_image003.jpg
INTRODUCCIÓN
¿Qué es la ética?
   La ética es una disciplina filosófica que reflexiona sobre el obrar humano, tiene como objeto las acciones de los hombres en tanto requieren ser fundamentadas con sensatez. Surge de la preocupación por realizar el BIEN.  Como ese obrar no es sólo individual sino que se relaciona con otros tiene una dimensión social y política.
   En muchos sentidos la tarea es inagotable y cobra vigencia en las deliberaciones de los hombres que se preguntan: ¿qué debo hacer? El esfuerzo consiste en  argumentar racionalmente en cuestiones morales, a través de un diálogo pluralista que permita la formulación de principios universales.

¿De dónde proviene la palabra ética?
   Ética y moral son palabras que se usan indistintamente, pero que a la hora de considerarlas en sí mismas tiene sus diferencias.  La palabra ética proviene del griego (ethos); en primer sentido significa habitar, modo de habitar en un lugar. Según esto podemos definir la ética como el aprender a habitar, a ser habitantes de esta casa, de esta ciudad, de este mundo.  Pero además significa carácter, costumbre, hábito.  Como vimos, estas dos significaciones no están tan alejadas una de la otra.  El carácter se logra mediante el habitar.
   Por otro lado moral, proviene del latín (mor), que también se relaciona con morada o lugar de residencia.
Si bien hay entre ambas muchas similitudes, podemos encontrar también algunas diferencias.  La ética es la aplicación de la razón a ese conjunto de creencias, hábitos, códigos de normas que cada cultura posee como una de sus características constitutivas.  En este cuadro se presentan algunas de las diferencias más notables:

MORAL
ÉTICA

Pregunta qué debo hacer

Es un saber pre-filosófico
Reclama respuesta situacionales (que dependen de cada sociedad o cultura)
Es espontánea, asistemática
Es acrítica

Pregunta por qué se debe hacer lo que recomienda la norma o la reflexión moral.
Es un saber filosófico.
Reclama respuesta universalmente válidas (que valgan para todos los seres humanos)
Es reflexión sistemática
Tiene que ser crítica



EL CONTEXTO DE LA ÉTICA GRIEGA

   La ética en Grecia ha apuntado  a un sabio y libre trabajo sobre uno mismo teniendo como meta el bien.  El ideal ético es la formación del carácter (ethos). En esto reside la ética del bien: en lo que cada uno supo hacer consigo a lo largo de la su vida.
   La ética griega no es una moral individual del deber, sino que es inseparable del contexto de la polis, es decir, de la comunidad política. La polis es el espacio conquistado por el hombre, dentro del cual es posible la vida humana. Fuera de ella amenaza lo bárbaro, lo irracional, por eso es importante el cuidado de sus leyes y de las instituciones que la componen: familia y Estado.
   Pero lo bárbaro habita también en el interior de cada uno por eso la necesidad de formarse a uno mismo, trazando la buena frontera, sabiendo elegir entre lo que contribuye a la armonía y lo que introduce la discordia o la división. Y en esto consiste la vida virtuosa, en saber elegir el bien.

       Aristóteles y la ética como deseo del bien


La ética aristotélica ha sido llamada eudemonista, porque considera la felicidad como el bien supremo.  ¿En qué consiste esta felicidad? Esta es la pregunta principal, que exige un largo desarrollo para alcanzarla.

El bien

   Aristóteles comienza su obra Ética a Nicómaco con esta expresión: “Todo arte, toda investigación y toda elección parecen tender a algún bien.  Podemos definir el bien como aquello a lo que todas la cosas tienden”.

   El bien es la meta deseada de nuestras acciones. Como hay múltiples acciones hay también múltiples cosas a las que consideramos bienes.  Aristóteles hace notar que de todas estas cosas decimos que son un bien en la medida en que nos permitan ser felices.
   La felicidad es el bien supremo, ya que es buscado en sí mismo y no como medio, los otros bienes se subordinan a ella porque son medios.
   Desear el bien es desear ser felices. Pero como la ética es una especialidad práctica, el problema no es desear sino hacer.  La pregunta es ¿cómo ser felices? Tendremos que saber lo que enseña Aristóteles sobre la virtud.
   La felicidad consiste en la disposición permanente de la voluntad hacia el bien.  A esta disposición Aristóteles, la llama virtud.

La virtud
   La virtud es un hábito que nos permite hacer las cosas bien. Aristóteles señala que no es ni por naturaleza ni contra ella, nos hacemos virtuosos.  Las virtudes se forman mediante un esforzado ejercicio. Y permiten que nuestra naturaleza se perfeccione.
   La virtud exige una elección voluntaria, pone en juego el intelecto y la voluntad humana. La virtud es una acción voluntaria, es decir, objeto de reflexión y de elección deliberada; por eso, el conocimiento es un momento en la formación de la virtud.  Pero conocer el bien no implica hacerlo.  Es necesario realizarlo.
  Entonces, virtud es la disposición permanente del carácter para obrar el bien. (Otros lugares para ampliar:

La virtud como justo medio
CLASIFICACIÓN DE LAS VIRTUDES
definición de la virtud
en general excelencia añadida a algo como perfección; buena disposición para el cumplimiento o realización perfecta de una inclinación natural tipos generales
tipos generales
VIRTUDES ÉTICAS
VIRTUDES DIANOÉTICAS O INTELECTUALES
definición
perfección de la voluntad; hábito selectivo que consiste en un término medio (entre el exceso y el defecto) relativo a nosotros, determinado por la razón y por aquella por la cual decidiría el hombre prudente
perfección del entendimiento o razón en relación al conocimiento de la verdad; hábito que faculta para la realización del apetito natural del hombre hacia el saber
forma de adquirirse
la repetición, la costumbre
el aprendizaje, la instrucción, la educación
tipos
valor
templanza
generosidad
ciencia
inteligencia
sabiduría
arte
prudencia
vicio por defecto
temeridad
intemperancia o libertinaje
“despilfarro”
son tres formas de perfección de la razón teórica
son dos formas de perfección de la razón práctica
vicio por exceso
cobardía
insensibilidad
avaricia
Virtud moral más importante:
JUSTICIA dar a cada uno lo debido
tipos de justicia
GENERAL O LEGAL
JUSTICIA DISTRIBUTIVA
JUSTICIA CONMUTATIVA
definición
conformidad a las leyes de la ciudad
reparto de bienes, derechos y obligaciones a cada uno según su mérito o demérito; en cierto sentido excluye la igualdad
reciprocidad: cada uno debe recibir lo que ha dado o el equivalente; lo igual por lo igual
   Aristóteles define a la virtud como justo medio entre dos extremos viciosos, uno por carencia y otro por exceso. Ej. La generosidad es el justo medio entre la avaricia y el despilfarro. Para encontrar este justo medio es necesaria la prudencia. “La virtud es por lo tanto un hábito selectivo, consistente en una posición intermedia para nosotros, determinada por la razón y tal como lo determina el hombre prudente.”
   La prudencia es la que impone sensatez al  juicio.  Aristóteles la define como “el hábito práctico acompañado de razón sobre las cosa que son buenas y malas para el hombre”

La felicidad
  Con frecuencia relacionamos felicidad con placer, Aristóteles también lo hace. Pero aclara que no se puede identificar placer con bien ya que hay placeres reprochables y hay acciones que deben realizarse porque son buenas aunque no den placer. Tampoco es correcto identificar placer con el mal ya que cuando el placer acompaña a una actividad buena la hace más perfecta.
   Si hablamos de actos, el placer que acompaña a un acto bueno será un placer honesto y el que acompaña a un acto malo será un placer perverso.
   Aristóteles señala que en el hombre hay corrupción; por eso es necesario no perder el gusto por el bien, porque “hacer cosas bellas y buenas pertenece a lo es en sí mismo deseable”.  El hombre corrupto ha perdido esta sabiduría y pone el placer en actos que son vergonzosos.
   Si la felicidad se identificara con el placer, cualquier adversidad la haría fracasar; pero como la felicidad radica en la vida virtuosa, esto es en la fidelidad al bien, la adversidad será ocasión para ejercer la grandeza del alma.  Aquel que elige una vida orientada hacia el bien podrá ser feliz aunque tenga que pasar situaciones adversas.

Ética y política
   La práctica del bien implica el bien de la comunidad. La ética alcanza su plena realización en la política. La vida política tiene como fin realizar el bien común, a través de la práctica de la justicia. Esta tarea le compete al Estado, pues debe procurar la felicidad de los hombres.
   La justicia es la base de la vida del Estado.  Desde aquí debe poder procurar los otros bienes. No puede pensarse la vida humana fuera de la comunidad política, ser hombre es ser naturalmente político.  Para esto los hombres se dan leyes y las practican.
   El Estado debe ser el primer educador en la virtud; los hombres formados en la virtud perfeccionan y elevan la vida de la comunidad.

El utilitarismo de John Stuart Mill

   Dice Mill ( siglo XIX) en su obra el utilitarismo: “ El credo que acepta como fundamento de la moral la Utilidad, o el Principio de la mayor Felicidad, mantiene que las acciones son correctas en la medida en que tienden a promover la felicidad, incorrectas en cuanto tienden a producir lo contrario a la felicidad.  Por felicidad se entiende el placer y la ausencia de dolor; por infelicidad el dolor y la falta de placer”
   Vemos que de alguna manera retoma a Aristóteles en cuanto a la búsqueda del bien y la felicidad, sólo que relacionado con el placer
 Entiende que hay placeres superiores que están relacionados con las facultades humanas (espirituales) más elevadas; y no habla de algún tipo de placer individual y solitario sino que su principio de utilidad es: Mayor felicidad para un mayor número de personas, porque:
Ø  todo el mundo desea su felicidad
Ø  es deseable que todo el mundo busque su felicidad,
Ø  es deseable que todos busquen la felicidad de todos.
   Entonces, es noble renunciar al propio goce o felicidad si esto produce como resultado mayor felicidad para mayor número de personas.
   A esta teoría se le realizan varios cuestionamientos por ejemplo el que una mayoría pueda arrasar con los derechos de algunas minorías.

Manuel Kant y la ética del deber
   Para Kant (1724 – 1804) la moral tiene directa relación con el deber.  Debe ser universal, sus principios deben ser válidos para todos los seres racionales de un modo necesario y absoluto.
   La pregunta por lo que debo hacer no significa qué me gustaría hacer, ni qué deseo hacer, ni qué necesito hacer. El único móvil válido para obrar bien reside en la razón, ya que esta nos ha sido dada como directora de nuestra naturaleza.

El deber y la buena voluntad  
   La voluntad es la capacidad para determinarse a sí mismo a obrar según un principio universal de la razón. La voluntad no depende de ninguna sensación de agrado o desagrado, de ningún deseo, ni de ninguna necesidad, sino sólo de sí misma, de lo que la razón determina. La voluntad es buena de manera absoluta y no relativa, es buena en sí misma y no por los fines que deseo alcanzar.
Una voluntad buena en sí misma es aquella que: actúa por deber y no conforme al deber. Es por deber cuando se realiza porque es bueno, y conforme al deber cuando es bueno pero lo hago porque me beneficio o por casualidad. Además de las acciones  por deber y conforme al deber, Kant señala una tercera forma de actuar que es contra el deber.
es autónoma (auto, propio y nomos norma; se da a sí mismo una norma) porque es de suyo legisladora, es decir, es libre para darse a sí misma su propia legalidad.
   De esto se deriva que: sólo una acción hecha por deber tiene valor moral; y el deber es la necesidad de una acción por respeto a la ley.


El imperativo categórico
   La ley moral es una ley universal. Esto quiere decir que es válida en todo tiempo y lugar, todos los sujetos racionales la poseen en la misma forma. Esta ley que determina la voluntad es lo que Kant llama imperativo categórico.  El mismo consiste en preguntarse, si uno quisiera que la misma fuera elevada a ley universal.  Tengo que pensar que la máxima de mi acción tiene que ser querida como la máxima de las acciones de todos. La manera en que formula dicha ley es la siguiente: “Obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne ley universal.” 

La condena de Nietzsche a los modelos éticos de occidente

   Nietzsche postula que los seres humanos han utilizado la carencia profunda de vitalidad. En una humanidad sana cada uno se afianzaría en lo que el filósofo llama su voluntad de poder, su fuerza vital que se afirma en la vida de manera natural, incluso anima. Pero como esa voluntad comenzó a sentirse débil, volviéndose una voluntad degradada y enferma, buscó formas de compensación en la razón.
   Según Nietzsche, la razón elaboró sistemas éticos sólo destinados a someter a los hombres, doblegándolos y alistándolos en una moralidad del rebaño. Nietzsche cuestiona todo sistema científico y moral por considerarlos herramientas de dominación, medios para igualar a los hombres en su obediencia y sumisión.  A su juicio, la debilidad de la voluntad se manifiesta en dos tipos de enfermos: el sabio en el ámbito del conocimiento y el asceta, en el ámbito moral. En ambos casos se trata de una represión de la fuerza vital, una domesticación del instinto. Dice Nietzsche que la cultura cristiana racionalista nos convence de que debemos ser piadosos, virtuosos, generosos, nos obliga a “portarnos bien” y a someternos. Para esto propone “la filosofía del martillo”, destinada a destruir todo aquello que es esclavizante y mostrar que la historia de las ideas es la historia de un error, sino también proponer nuevas verdades. Según Nietzsche, es preciso no seguir a la razón, sino a la voluntad rehabilitada, fuerte e imperante.


LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD

Solemos considerar la libertad como la posibilidad de actuar según la propia voluntad o las propias apetencias. Normalmente se quiere decir con esto que nadie se opone a que actuemos del modo en que lo hacemos. No solemos sentir como falta de libertad la imposibilidad de andar durante horas por el fondo del mar o de pasear entre los ríos de lava de un volcán. Es más, se suele decir que somos libres para intentarlo y sufrir las consecuencias.
En el sentido anterior, la libertad se define como algo negativo, es decir, como ausencia de algo. Es el sentido que se deriva de frases como esta: "puedes irte, nadie te lo impide, eres libre". Pero la libertad, ¿es nada más que eso? Muchos pensadores han sostenido lo contrario, y definen un segundo sentido de libertad, positivo, que es el de libertad para hacer esto o aquello.
Algunas personas se oponen a esta distinción argumentando: "¿No es lo mismo que hemos dicho antes? Si nada nos lo impide, podemos elegir libremente entre esto o aquello." Parece lo mismo a simple vista, pero, en realidad no lo es. La libertad, en sentido positivo, es libertad de elección. Pero no somos libres de elegir cuando no conocemos las posibles consecuencias de aquello que elegimos. Tampoco elegimos libremente cuando nos dejamos llevar por el miedo, la moda, las costumbres o los caprichos en nuestras elecciones.
Podemos afirmar, a partir de la consideración de estos dos tipos de libertad que hemos citado, que la libertad consiste en la combinación de la autonomía y la responsabilidad.

Autonomía se refiere a la regulación de la conducta por normas que surgen del propio individuo. Autónomo es todo aquél que decide conscientemente qué reglas son las que van a guiar su comportamiento. Considerar la propia libertad como autonomía implica, por tanto, considerarla no sólo en su sentido negativo de falta de coacción -nadie me impone las reglas desde el exterior-, sino también en su sentido positivo -sé lo que hago, no me dejo llevar por la rutina, la costumbre, el capricho, lo bien visto o la imagen que me gustaría dar ante los demás-.
Tener autonomía quiere decir ser capaz de hacer lo que uno cree que se debe hacer, pero no sólo eso. También significa ser capaz de analizar lo que creemos que debemos hacer y considerar si de verdad debe hacerse o si nos estamos engañando. Somos autónomos cuando somos razonables y consideramos qué debemos hacer con todos los datos a nuestra disposición. Dicho de otro modo: somos verdaderamente autónomos cuando usamos nuestra conciencia moral.
Precisamente cuando hacemos esto, nos fijamos en la conexión causal entre las acciones y los efectos que producen. La conciencia de esa conexión nos lleva al concepto de responsabilidad. Sólo cuando somos libres en el sentido positivo de la palabra -es decir, autónomos, conscientes-, nos damos cuenta de la repercusión de nuestras acciones y podemos ser responsables.
La responsabilidad tiene dos vertientes: podemos exigirla y podemos tenerla.
 
En el primer sentido, la autonomía que suponemos a lo demás seres humanos nos permite valorar sus acciones moralmente, ya que creemos que -como humanos- tienen conciencia y, en consecuencia, al saber lo que hacen y poder comprender las consecuencias que provoca, son responsables de ello. Si, en cambio, algo nos permite suponer que no están actuando consciente y autónomamente, no solemos considerarlos responsables.
En el segundo sentido, nos sentimos responsables de aquello que hemos hecho por propia voluntad, sabiendo lo que podía pasar si lo hacíamos. Esta es una de las causas de que el desarrollo moral de los seres humanos corra paralelo al desarrollo de sus capacidades de conocimiento. A medida que crecemos y somos capaces de entender cómo funciona el mundo, entendemos mejor las consecuencias de nuestras acciones y, por tanto, nos sabemos responsables de las mismas, lo aceptemos o no.
La responsabilidad es un valor que está en la conciencia de la persona, que le permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos, siempre en el plano de lo moral.
Una vez que pasa al plano ético (puesta en práctica), se establece la magnitud de dichas acciones y de cómo afrontarlas de la manera más positiva e integral.
La persona responsable es aquella que actúa conscientemente siendo él la causa directa o indirecta de un hecho ocurrido. Está obligado a responder por alguna cosa o alguna persona. También es el que cumple con sus obligaciones o que pone cuidado y atención en lo que hace o decide. En el ámbito penal, culpable de alguna cosa, acto o delito. En otro contexto, es la persona que tiene a su cargo la dirección en una actividad.

Heteronomía
Del griego “heterónomos”, dependiente de otro. Característica que Kant atribuye a aquella moralidad no suficientemente basada en la racionalidad humana, por el hecho de que no se determina a sí misma, esto es, que no se asume por sólo el respeto a la ley moral, sino por el interés de conseguir, por su medio, fines y objetos exteriores a ella. Tal interés nunca puede ser una razón universal para obrar y, por lo mismo, remite a una moralidad que Kant no cree digna del hombre.
La característica opuesta es la autonomía, por lo que ahora pasamos a desarrollarla.

Libertad condicionada
La libertad no es absoluta, existen desde nuestro entorno social, político, familiar; en lo personal; en lo físico… aspectos que nos condicionan.  No podemos elegir a nuestros padres, el lugar o el tiempo en donde nacer. Tampoco podemos cambiar nuestra fisonomía de manera natural, por voluntad.
Pero dentro de esas condiciones se presentan las posibilidades para nuestra realización, ser libres es elegir dentro de la gama de posibilidades que es lo más adecuado y que nos conduce a la felicidad.

LOS VALORES


   Se considera Valor a aquellas cualidades o características de los objetos, de las acciones o de las instituciones atribuidas y preferidas, seleccionadas o elegidas de manera libre, conciente, que sirven al individuo para orientar sus comportamientos y acciones en la satisfacción de determinadas necesidades. Los valores son guías que dan determinada orientación a la conducta y a la vida de cada individuo y de cada grupo social.  En sentido humanista, se entiende por valor lo que hace que un individuo sea tal, sin lo cual perdería  la humanidad o parte de ella. El valor se refiere a una excelencia o a una perfección. Por ejemplo, se considera un valor decir la verdad y se honesto; sé sincero en vez de ser falso; es más valioso trabajar que robar. La práctica del valor desarrolla la humanidad de la persona, mientras que el contravalor lo despoja de esa cualidad.

Todo valor supone la existencia de una cosa o persona que lo posee y de un sujeto que lo aprecia o descubre, pero no es ni lo uno ni lo otro. Los valores no tienen existencia real, están adheridos a los objetos / sujetos que lo sostienen. Antes son meras posibilidades.
Subjetivismo: consideran que los valores no valen en sí mismos, sino que son las personas quienes les otorgan determinado valor.
Escuela fenomenológica: consideran que los valores son ideales y objetivos; valen independientemente de las cosas y de las estimaciones de las personas.  Así, aunque todos sean injustos, la justicia sigue teniendo valor.
Los realistas: afirman que los valores son reales; valores y bienes son una misma cosa.
La axiología, o filosofía de los valores, es la rama de la filosofía que estudia la naturaleza de los valores y juicios valorativos.
La axiología no sólo trata abordar los valores positivos, sino también de los valores negativos, analizando los principios que permiten considerar que algo es o no valioso, y considerando los fundamentos de tal juicio. La investigación de una teoría de los valores ha encontrado una aplicación especial en la ética y en la estética, ámbitos donde el concepto de valor posee una relevancia específica. Algunos filósofos como los alemanes Heinrich Rickert Max Scheler han realizado diferentes propuestas para elaborar una jerarquía adecuada de los valores. En este sentido, puede hablarse de una «ética axiológica», que fue desarrollada, principalmente, por el propio Scheler y Nicolai Hartmann. Desde el punto de vista ético, la axiología es una de las dos principales fundamentaciones de la ética junto con la deontología. De acuerdo con la concepción tradicional, los valores pueden ser objetivos o subjetivos. Ejemplos de valores objetivos incluyen el bien, la verdad o la belleza, siendo finalidades ellos mismos. Se consideran valores subjetivos, en cambio, cuando estos representan un medio para llegar a un fin (en la mayoría de los casos caracterizados por un deseo personal). Además, los valores pueden ser fijos (permanentes) o dinámicos (cambiantes). Los valores también pueden diferenciarse a base de su grado de importancia y pueden ser conceptualizados en términos de una jerarquía, en cuyo caso algunos poseerán una posición más alta que otros. El problema fundamental que se desarrolla desde los orígenes mismos de la axiología, hacia fines del siglo XIX, es el de la objetividad o subjetividad de la totalidad de los valores. Max Scheler se ubicará en la primera de las dos posiciones. El subjetivismo se opondrá, desde el principio, a este enfoque. Y entenderá —a la antigua manera de Protágoras— que lo estrictamente humano es la medida de todas las cosas, de lo que vale y de lo que no vale, y de la misma escala de valores, sin sustento en la realidad exterior. Alfred Jules Ayer mismo, en Lenguaje, verdad y lógica, su obra temprana, dejará los juicios de valor fuera de toda cuestión, en virtud de que no cumplen con el principio de verificación empírica. De esta manera, lo ético y lo estético no son más que «expresiones» de la vida espiritual del sujeto. No una captación comprobable del mundo externo.
Desde el punto de vista de Nietzsche, sin embargo, no hay una diferencia esencial entre lo que la concepción tradicional llama «juicios de valor» y los juicios científicos, ya que ambos están fundamentados en valoraciones que se han configurado históricamente y que constituyen por sí mismas los modos específicos de interpretar y vivir. Asimismo, tampoco hay diferencia esencial entre el juzgar y el actuar, ya que ambas cosas consisten en el despliegue de ciertas fuerzas que por definición son fuerzas que valoran y cuyo movimiento también depende de valoraciones previas.
Dentro del pensamiento filosófico existe un punto central que es cómo queremos llegar a ser en el futuro, en un estado mejor. Para poder pasar de un estado actual a un mejor estado es necesario que se comprenda primero que para hacer mejoras tenemos que fundarlas en ciertos puntos claves. En el pensamiento los hemos llamado siempre la axiología filosófica o axiología existencial, es decir los valores, que son aquellos fundamentados de la acción que nos pueden llevar a un estado mejor el día de mañana, esto se debe a que los valores dan sentido y coherencia a nuestras acciones.


El problema de la legitimación de las normas. Los derechos humanos y la búsqueda de un fundamento ético universal.

La legitimidad, es un término utilizado en la Teoría del Derecho, en la Ciencia Política y en Filosofía que define la cualidad de ser conforme a un mandato legal, a la justicia, a la razón o a cualquier otro cierto mandato. El proceso mediante el cual una persona obtiene legitimidad se denomina legitimación.
En Ciencia Política es el concepto con el que se enjuicia la capacidad de un poder para obtener obediencia sin necesidad de recurrir a la coacción que supone la amenaza de la fuerza, de tal forma que un Estado es legítimo si existe un consenso entre los miembros de la comunidad política para aceptar la autoridad vigente.
Los Derechos Humanos son aquellas "condiciones instrumentales que le permiten a la persona su realización" en consecuencia subsume aquellas libertades, facultades, instituciones o reivindicaciones relativas a bienes primarios o básicos que incluyen a toda persona, por el simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna, «sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición».




Derechos Humanos: Fundamentos Filosóficos

¿Qué son los derechos humanos?
Son un conjunto de principios y valores que orientan las relaciones entre las personas, la sociedad y el Estado. Se trata de reglas que son normalmente aceptadas por la mayoría para asegurar una convivencia pacífica entre las personas. A tales reglas se les ha asignado la categoría correspondiente de derechos, consagrados internacionalmente en normas y tratados.
Los derechos humanos se sustentan en la libertad del ser humano, que exige el reconocimiento del hombre como fin en sí mismo y no como un medio o instrumento de otros hombres. Los derechos humanos buscan asegurar que los seres humanos se realicen como personas. Este propósito se fundamenta en tres aspectos:

1. Fundamentos filosóficos
Regla de vida
Principio o valor
Derecho
Tratar a todos por igual
Igualdad
Derecho a la igualdad y no
discriminación
Respetar las ideas de los
demás
Tolerancia
Derecho de opinión y libertad
de expresión
No robar
Respeto
Derecho a la propiedad
Respeto al medio ambiente
Solidaridad
Derecho a un medio
ambiente sano
Desde el punto de vista filosófico se puede afirmar que los derechos humanos antes que normas son principios y valores a partir de los cuáles se organiza la sociedad. Estas normas y valores introducen pautas de actuación en los Estados en los que se pone como centro de su atención a la persona humana.
En ese sentido los derechos humanos no son patrimonio de una determinada corriente filosófica (liberalismo, socialismo, humanismo, etc.) sino que son el resultado de un proceso de evolución de la humanidad en la búsqueda de una ética universal.
¿De dónde procede la naturaleza de estos derechos?
– Para algunos, estos derechos provienen de las reglas y valores eternos y universales creados por Dios y revelados a los hombres a través de la razón.
– Otras corrientes afirman que la esencia de la dignidad humana proviene únicamente de la racionalidad del ser humano, como ser con una naturaleza trascendente y valiosa.
– Bajo esta fundamentación se aprobaron las primeras declaraciones de derechos del hombre y del ciudadano.

2. Fundamentos éticos

Dignidad
Ser respetados por nuestra condición de seres humanos y obtener las condiciones para vivir felices
Igualdad
Nuestros derechos deben ser respetados igual que los derechos de los demás
Tolerancia
Dar el mismo aprecio a lo que piensan o hacen los demás, que a lo que hago o pienso yo.
Responsabilidad
Cumplir con las tareas que nos encargan.
Solidaridad
Ayudar a los demás cuando lo necesitan.
La dimensión ética de los derechos humanos está vinculada al sentido que tienen para la realización de la persona humana. La perspectiva ética de los derechos humanos lleva a asumir que la obligación de su respeto no sólo se asigna al Estado, sino a los propios individuos que forman parte de la sociedad. No se puede exigir a las autoridades que no violen los derechos humanos cuando en el ámbito doméstico maltratamos a nuestros hijos o esposas, o cuando en el ejercicio de la función pública sentimos que estamos por encima de los ciudadanos.

3. Fundamentos históricos
La fundamentación histórica de los derechos humanos sostiene que el desarrollo y evolución de los derechos humanos corresponde a circunstancias históricas en distintos períodos de evolución de la humanidad. En esa medida se considera que los derechos humanos son dinámicos y cambiantes, pues con los avances de la humanidad se van poniendo en agenda nuevos derechos que proteger. La Revolución Francesa (1789) constituyó un hito histórico en este proceso con la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, en la cual se hizo completamente explícito que la sola cualidad de ser hombre constituye título suficiente para gozar de ciertos bienes indispensables para que cada uno elija su propio destino.

En el marco de las Naciones Unidas se redactó la Carta de las Naciones Unidas que entró en vigencia a partir de 1945. 







ACTIVIDADES UNIDAD 4

A-    Película: Sleepers – Hijos de la calle.
 
Responder
1-       Describir la situación socio-política-cultural y familiar en la que viven los chicos. Nombra los principales problemas por los que pasan. Por qué se llama al lugar “la cocina del infierno”
2-       Realicen una lista de por lo menos 5 palabras que caractericen el entorno de los jóvenes.
3-       Enumeren los valores que perciben a lo largo de la película.
4-       Cuál consideran que es la o las causas por las que John y Tommy se convierten en delincuentes y criminales; y Jackes y Michael no.
5-       ¿Por qué los cuatro desean venganza? Expresen su opinión sobre esta actitud.
6-       Clasifiquen las siguientes acciones en buenas, malas o necesarias.  Elijan 3 y fundamenten su respuesta.
a)       Trabajar para “Rey  Benny”
b)       El robo del carro de panchos
c)       El accionar de los guardias de Wilkinson
d)       El asesinato de “Knous”
e)       El plan para vengarse de todos los guardias
f)        La actitud del padre Carrillo en el contexto del juicio.
7-       Realizar un análisis de la película desde (se destina una por grupo, para exponer en fecha a convenir, elaborar presentación gráfica) Ética de Aristóteles-  Ética de Mill- Ética de Kant- Ética de Nietzsche- Los valores- Libertad y responsabilidad- Derechos humanos

B-    Investigar sobre algunos de los siguientes temas y realizar un análisis desde algunos de los temas desarrollados en la unidad
Aborto, muerte digna, imputabilidad de menores, violencia de género, (sugerir otros)

C-    Lee las historietas, escribe lo  opinas de ellas y cual consideras que es su mensaje

 
                              


    Características del trabajo:
# Domiciliario
# Con calificación, que contemplará originalidad, capacidad de síntesis, presentación (podrá ser en formato papel o digital), puntualidad.
# Puede realizarse individual, de a dos o tres.
# Fecha de entrega: a acordar







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